Cómo combatir la necesidad de complacer a la gente

A todos nos gusta sentirnos amados y valorados, y a veces creemos equivocadamente que para que los demás nos quieran tenemos que desvivirnos por complacerlos. No está mal que te preocupes y que ayudes a los demás, lo que no debes hacer es poner las necesidades y la felicidad de ellos por encima de las tuyas.

¿Cuál es la diferencia entre ser una persona buena y solidaria y una persona que vive para complacer a los demás? Sé honesto: ¿Te cuesta decir que no cuando te piden algo? ¿Tienes problemas para fijar tus límites? ¿Te tortura la idea de no agradarle a alguien? ¿Dejas de lado lo que quieres para hacer felices a otros? Si es así, es posible que estés sacrificando tus deseos, paz y felicidad sin necesidad, porque realmente no es imperativo que hagas todo eso para que te quieran.

Busca la aprobación en tu interior: quienes hacen malabares por complacer a otros lo que buscan es aprobación externa porque es posible que no se sientan bien consigo mismos. Necesitan que los demás les digan que son generosos, buenos, inteligentes, simpáticos, etc. Si te sientes bien con lo que eres y tienes una alta autoestima, no necesitarás la aprobación de nadie más que de ti mismo. Así que comienza a trabajar ese amor propio, enfocándote en las cosas que te hacen especial a ti, y que no tienen nada que ver con la gente que te rodea.

No respondas de inmediato: cuando alguien te pida algo que definitivamente no quieres hacer, puedes decirle: “te aviso si puedo”. Esa respuesta no es un “no” rotundo que te hará sentir mal, pero tampoco es una confirmación de que le ayudarás y te permite ganar algo de tiempo para reflexionar bien sobre la respuesta que vas a dar. Si decides hacer el favor, hazlo de una manera que te convenga y que no te impida realizar tus propias actividades. Después de todo es un favor, es el otro quien debe adaptarse.

Analiza la gente que te rodea: mientras lees este artículo, te puede venir a la mente alguna persona de tu vida. Piensa que alguien que te quiere de verdad, no te va a usar ni se va a aprovechar de ti, ni te va a pedir que sacrifiques lo que te hace feliz por él / ella. Mira bien si hay personas tóxicas a tu alrededor y trata de alejarte poco a poco de ellas. No las necesitas en tu vida.

Deja de pedir disculpas: esas disculpas provienen de la culpa que sientes por no hacer lo que le conviene a otro. No eres una mala persona por establecer tus prioridades y ocuparte de tus cosas. Estás luchando por ti mismo, y si no lo haces tú, ¿quién más lo hará?

Espero que con estos consejos puedas liberarte de esa dañina necesidad de complacer a los demás a toda costa. Si quieres más tips sobre la autoestima y la felicidad, búscame en mis redes sociales @lauraposadalifecoach.