La moda de los retos virales peligrosos

POR LAURA POSADA

“Momo” es un reto que se propaga a través de WhatsApp. Los usuarios añaden un número de teléfono y conversan con una aterradora figura que les envía imágenes agresivas y les da instrucciones que deben seguir si quieren librarse de una “maldición”. El peligro de este reto es que los ciber agresores pueden usarlo para hackear datos personales, intimidar o causar trastornos físicos y psicológicos, o incluso incitar al suicidio.

 

Una, como madre, lee esto y se le ponen los pelos de punta, ya que, así como este, hay cientos de retos propagándose por el ciberespacio. Nuestros hijos, especialmente los pre-adolescentes y adolescentes, están expuestos a una gran cantidad de estímulos de este tipo a través de las redes sociales que, como siempre he dicho, son un medio maravilloso si se usan bien. Pero si no es así, pueden ser bastante riesgosas.

 

Los retos peligrosos no son nuevos. ¿Recuerdas cuando tus compañeros de la escuela te retaban a saltar desde un sitio alto o a hacer otras imprudencias que terminaban con un brazo roto? Lo que pasa es que antes no había teléfonos inteligentes para grabarlos ni redes sociales donde publicarlos. El problema de hoy es que, con la tecnología de la comunicación, estos retos peligrosos se vuelven virales rápidamente y hay más gente dispuesta a arriesgarse para hacerse famosa, aunque sea por 15 minutos. Eso implica traspasar límites y hacer cosas tan peligrosas como prenderse fuego a sí mismo o conducir con los ojos cubiertos, ¡solo por ganar likes y atención!

 

Revisa con frecuencia las redes sociales de tus hijos: averigua a quiénes siguen tus hijos y quiénes son influencers favoritos, para saber si pueden estar convenciéndolos de hacer algo peligroso. Los pre-adolescentes y adolescentes tienden a ser más influenciables porque están desarrollando su sentido de pertenencia grupal, y son el grupo más vulnerable en lo que se refiere a los retos virales.

 

Habla con tus hijos sobre los riesgos de estos retos: es materialmente imposible controlar todo lo que tus hijos ven, entonces tu mejor apuesta es conversar con ellos para que sepan que si tienen dudas sobre algo pueden decírtelo abiertamente, y para que desarrollen la autoestima necesaria para no hacer cosas que los pueden perjudicar.

 

Haz presión: este tema hay que tratarlo en el hogar, en las escuelas, en la comunidad, con otros padres, e incluso en instancias gubernamentales, para incentivar políticas públicas de prevención y sanción para los que riegan estos retos. Suscribirse a una web que te mantenga informado de todos los retos nuevos también es útil. Y, por último, te animo a denunciar y reportar todo contenido que consideres peligroso.

 

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