Un día te despiertas sin ganas de hacer nada, con una desagradable sensación de pesadez. Te cuesta mover tus piernas y brazos. Es posible que hayas pasado por un período difícil en tu vida: tal vez una pérdida de un ser querido, o problemas con tu pareja o hijos, o un jefe que te exige demasiado y no aprecia tu esfuerzo.
Haz sido fuerte y has resistido por mucho tiempo, pero estás recibiendo señales de que ya no puedes más. Es posible que estés agotada… pero emocionalmente, aunque lo sientas en cada centímetro de tu cuerpo, a través de tu colon irritable, o tu dolor de cabeza, o tu fatiga. Tendemos a creer que la mente y las emociones son una cosa y que nuestro cuerpo es otra, pero el hecho es que todos son parte de un mismo sistema.
¿Sabías que más del 50% de las enfermedades tiene un origen emocional? Los sentimientos negativos como la rabia, la tristeza, la envidia o el miedo con el tiempo dañan tu cuerpo generando, como consecuencia, enfermedades mentales y físicas. ¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Reconoce tu estado emocional: como ya sabemos, el primer paso para solucionar un problema es reconocer que existe. Asume también que las emociones, positivas y negativas, tienen su propia función. No está mal sentirse triste de vez en cuando; el problema se presenta cuando reprimes o canalizas mal ese sentimiento (contra ti misma o la gente que te rodea).
Desconéctate y libérate: el Internet y los medios de comunicación pueden ser realmente útiles, pero también pueden ser fuentes de estrés y emociones negativas. En las redes sociales, aléjate de perfiles negativos, de chismes, peleas y discusiones inútiles. Sigue únicamente a personas y empresas que te inspiren y te hagan sentir bien. Y una vez al día, en un horario establecido, apaga el celular y enfoca todos tus sentidos en tu vida real, en algo que te haga feliz (meditación, ejercicio, pasatiempo, tiempo de calidad con tu gente).
Busca un especialista en terapia cognitiva-conductual: esta es una de las mejores técnicas que existen para tratar el agotamiento emocional, y otras afecciones relacionadas como la depresión y la ansiedad. Aprende a invertir tiempo y dinero en ti misma sin culpabilidad, que es otra emoción dañina.
Lo contrario también es cierto. Si las emociones negativas causan enfermedad, las emociones positivas (la alegría, el agradecimiento, la serenidad, el amor, la esperanza, etc.) te ayudan a vivir más, mejor y con más felicidad. Para obtener más consejos sobre cómo promover las emociones positivas en tu vida, búscame en mis redes sociales @lauraposadalifecoach.