La revolución hormonal propia de esta época del año se deja notar en las mascotas y tiene efectos psicológicos y físicos. Pero, además, puede alterar su buena salud, pues con la floración y el calor llegan los insectos y los parásitos, algunos de los cuales transmiten enfermedades que resultan peligrosas para nuestra mascota.
Cambios psicológicos
Con la llegada de la primavera los animales se pueden alterar más debido al aumento de las temperaturas y los cambios hormonales que sufren, y que tienen efectos en su salud, como veremos. Pasan más tiempo en la calle, pero también padecen los estragos del aumento de la temperatura. Por esa razón, se pueden mostrar más apáticos y decaídos, con una acusada sensación de cansancio. Hay más horas de luz y pasan más tiempo despiertos; esto es, duermen menos. Además, su metabolismo también cambia: se hace más lento, lo que influye en su estado de ánimo. Incluso puede ser que tengan menos apetito, pese a que hacen más ejercicio, aunque este efecto no es común y demasiado frecuente.
En algunos animales comienza la época de celo en las hembras, razón por la cuál si nuestra mascota no está castrada, habrá que extremar las precauciones para no llevarnos una sorpresa. Recuerda que la primavera es la estación del amor.
Cambios físicos
Esta estación es, para muchas personas, la peor del año, pues llegan las alergias. Así que para todos aquellos que lo son, la primavera es una época complicada. Los animales también pueden sufrir alergias y estornudar. Pero es su piel la que se lleva la peor parte, pues se les reseca y pueden aparecer eccemas, irritaciones, descamaciones… que provocan malestar y picor en la mascota.
Como ya hemos comentado, el buen tiempo hace que pasemos más horas con los animales en la calle. Las almohadillas son otras de las zonas sensibles que pueden sufrir molestias durante los primeros días, hasta que el perro se habitúe a pasar más tiempo paseando. Pueden aparecer ampollas, enrojecimientos, hinchazón… Incluso alguna que otra herida.
Y también ellos acusan la caída del pelo, como los humanos. De este modo, es normal que durante la primavera a los gatos y los perros se les caiga más el pelo. Los felinos están mudando el pelaje, así que esa caída de pelo será mayor.
Atención a los insectos y los parásitos
La floración y la consiguiente polinización incrementa la presencia de insectos, entre ellos del mosquito que transmite la leishmaniasis, así como de las garrapatas, las pulgas; parásitos que aparecen en esta época y que se adhieren a su pelaje y pueden provocar problemas dermatológicos, anemia y enfermedades peligrosas.