Cuando una pareja enfrenta dificultades, hay varias opciones para acercarse al problema. Cuando se reacciona, y uno de los dos o los dos se descontrolan, debido a la situación altamente estresante que están viviendo, la reacción colérica hace que el estrés se incremente, en vez de disminuir. Equivale a echarle más leña a la hoguera.
Cuando una pareja enfrenta una situación estresante, otra decisión que tienen que tomar es dónde gastan su energía. O lo hacen peleando y por tanto maltratándose o lo hacen concentrando sus esfuerzos en lo que realmente importa sin hacerle daño a la relación. Preguntémonos qué es más importante: ¿el asunto que discutimos o la persona amada con la que discutimos?
Si bien es cierto que no se puede eliminar el estrés sí podemos elegir LA FORMA EN QUE VAMOS A REACCIONAR ante las situaciones estresantes. La forma en que reaccionamos impacta en nuestra salud emocional y por consiguiente en nuestra relación amorosa.
Para prevenir que el estrés no deteriore la relación cada día más, hay prácticas de pareja que son altamente recomendables como el yoga, el tai chi, la oración o la meditación.
No lleves el trabajo a tu hogar, no recibas llamadas de tu empleo, fuera de tu horario laboral, a no ser que sea realmente necesario. Desconéctate e intenta relajarte en cuanto cruzas la puerta de tu casa y comienzas a interactuar con tu familia.
Te recomiendo compartir tus emociones con tu pareja cuando te sientas estresado(a). Puedes decirle algo como esto: “Disculpa, mi amor, pero me siento agotado(a) porque hoy tuve un día muy difícil en el trabajo” … Y si fuera posible, comparte con ella las causas por las que te sientes así.
No le eches la culpa a otros por la forma en que te sientes o el cansancio que te agobia. Si permites que otros controlen tu paz interior y te quiten la alegría de vivir, eres tú quien lo está permitiendo. Preserva tu gozo y paz. Te pertenecen y nada ni nadie te los puede quitar si tú no los dejas.